viernes, abril 16

El Pedro


El Pedro. El Pedro. El Pedro
El Pedro es así. Así
Tiene una cordillera en la espalda cuando camina
Los dientes separados de tanto golpe que recibió cuando chico
Los ojos como aceitunas, me gustan las aceitunas, las negras
Sus poleras con hoyos de tanta polilla
Un olor a gimnasio
Una ternura violenta natural. Le sale espontánea de tanta vida que ha vivido
Una mirada que llora rabia
Y una sonrisa con dientes cuando me mira.

Una vez lo vi caminando, él no me vio
Lo vi comprándose un doblón, me gustan los doblones, aun que no entiendo por qué se llaman así
Otra vez lo vi detrás de una ventana, también estaba caminando
El Pedro es un caminante, trotamundo, patiperro

El año pasado me compre un pasaje a Berlín
En verdad me lo gane, por llorar tanto
Allá me recorrí todas las calles
Todas las plazas
Y todas las escuelas de arquitectura
Nunca lo vi
Me tuve que volver
Pero le deje un mensaje en un banco de la Potsdamer Platz: Pedro te amo. Violeta.
No creo que haya muchos Pedros y muchas violetas en berlín
Ojala lo haya visto..
Todavía no me llega ninguna respuesta.
Así es el Pedro.

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