Me gusta mi piñen, me hace sentir decadente, como con la droga que no tengo... estos días han florecido adicciones diversas en mi, como un ritual macabro, con harta sangre y harto grito.
Florece lo más feo de mi, la naturaleza tétrica, crecen los pelos
Me gusta, me agrada mi no vergüenza. Y qué tanto?
Quiero un hombre peludo que me cace un mamut para almorzar...
Que romántico, me dan ganas de vomitar, quiero una cerveza, o alguna pastilla que me lleve al mundo de nunca jamás, o por lo menos a fantasilandia
Tanta alegría me hace pensar en el Pedro, en lo fantástico magnifico que le debe estar yendo en Berlín.
Perro. Perro cabrón. Ojala edifiques tus sueños sobre roca, y los ladrillos construidos caigan sobre ti. Espero tu derrumbe, ojala algún terrorista aterrice en tus castillos inventados.
Deconstrucción total.
Tu sonrisa ya no me hace sonreír, me hace ladrar. Voy a morderte la carne podrida putrefacta.
Las moscas se acostumbraron a este lugar
A veces las veo volando mientras hacen el amor, y los huevos caen al suelo, a mi lado, estoy rodeada de moscas huevo. Vivimos en la ciudad de las cochinas. Vivimos la inmundicia.
Soy como una vampira, tengo sed, pero no de sangre, de suciedad.
La suciedad se manifiesta de las maneras más increíbles en nuestro cuerpo. La vida intenta ocultarlas: cirugía – limpieza – extracción – tapado – disimulado
Yo ya no quiero fingir más
Pedro me mato
Pedro como un sapo
Pedro el retrato
Pedro… nunca supe rimar
Me encantaría que tu nombre rimara con asquerosidad
Desde ahora te bautizo Pedrosidad, más feo que pegarle a la mamá.
Uñas sucias, uñas negras, guardo bajo ellas tu piel, y bajo mi piel tu olor, y bajo mi olor tu ilusión, y bajo mi ilusión la nada, cero, vacío.
Me depuro de ti, abro mis poros para liberarte, más bien lanzarte al olvido. Te suicido de mí. 123 adiós
Déjame, venenoso, tu amargura me tiñe y no hay decolorante, ni blondor, ni agua ras que te borre.
La solución: soda cáustica para derretirme y evaporarte junto a mí.
Florece lo más feo de mi, la naturaleza tétrica, crecen los pelos
Me gusta, me agrada mi no vergüenza. Y qué tanto?
Quiero un hombre peludo que me cace un mamut para almorzar...
Que romántico, me dan ganas de vomitar, quiero una cerveza, o alguna pastilla que me lleve al mundo de nunca jamás, o por lo menos a fantasilandia
Tanta alegría me hace pensar en el Pedro, en lo fantástico magnifico que le debe estar yendo en Berlín.
Perro. Perro cabrón. Ojala edifiques tus sueños sobre roca, y los ladrillos construidos caigan sobre ti. Espero tu derrumbe, ojala algún terrorista aterrice en tus castillos inventados.
Deconstrucción total.
Tu sonrisa ya no me hace sonreír, me hace ladrar. Voy a morderte la carne podrida putrefacta.
Las moscas se acostumbraron a este lugar
A veces las veo volando mientras hacen el amor, y los huevos caen al suelo, a mi lado, estoy rodeada de moscas huevo. Vivimos en la ciudad de las cochinas. Vivimos la inmundicia.
Soy como una vampira, tengo sed, pero no de sangre, de suciedad.
La suciedad se manifiesta de las maneras más increíbles en nuestro cuerpo. La vida intenta ocultarlas: cirugía – limpieza – extracción – tapado – disimulado
Yo ya no quiero fingir más
Pedro me mato
Pedro como un sapo
Pedro el retrato
Pedro… nunca supe rimar
Me encantaría que tu nombre rimara con asquerosidad
Desde ahora te bautizo Pedrosidad, más feo que pegarle a la mamá.
Uñas sucias, uñas negras, guardo bajo ellas tu piel, y bajo mi piel tu olor, y bajo mi olor tu ilusión, y bajo mi ilusión la nada, cero, vacío.
Me depuro de ti, abro mis poros para liberarte, más bien lanzarte al olvido. Te suicido de mí. 123 adiós
Déjame, venenoso, tu amargura me tiñe y no hay decolorante, ni blondor, ni agua ras que te borre.
La solución: soda cáustica para derretirme y evaporarte junto a mí.
Te quiero Pedro, te quiero para mí.
me mató lo del mamut para el almuerzo... jajaja!
ResponderEliminarjaja bacan! besos jose!
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