Pedro
Qué crees?
Como nunca llegaste a Chiloé yo me vuelvo a la capital.
Voy en un bus, rumbo a la ciudad
Afuera llueve, me acuerdo del pueblo donde no servían los paraguas, sólo los gorros bolivianos
Me da pena lo que paso
Echo de menos los sueños que no se me realizaron.
Tan raro... estando allá quería volverme... y ahora echo tanto de menos
la lluvia, los gorros y los bototos
las malas palabras al trauco, el violador suelto
el cocinero de la sanguichería
los borrachos de la calle, los perros vagos y los clandestinos
el papeleo administrativo y burocrático
mis amigas
la sensación de estar tan sola pero poder bancarmelo.
El drama, mucho drama
Echo de menos poder visitar a los vecinos y tomar té con ellos
las estufas y cocinas a leña
el frío, el viento que empuja
tantas cosas que me dieron ganas de llorar
pero como voy en un bus tengo que aguantarme
ojala el viejo del lado no me diga nada, por que habla mucho y tiene mal tufo
Bueno Pedro, saludos al verano Berlinense.
Yo creo que eres doblemente valiente, porque tuviste el coraje de irte y de devolverte ;)
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias Victoriosa!!!
ResponderEliminarEsto de tener sentimientos es taan difícil..
Saludos te mando, y ojala no andes tan nostálgica como yo...
bienvenida... quizá lo importante es saber que algo en uno puede bancarse lo que sea (la soledad que sea, incuso) cuando elegimos la dirección que tomamos... saludos.
ResponderEliminarbonus.
ResponderEliminarleía hoy y marcaba una carta de emily dickinson... así era el comienzo:
"Susie -es poca cosa decir lo solitario que resulta-, cualquiera puede hacerlo, pero llevar la soledad junto al corazón durante semanas, cuando duermes y cuando despiertas, siempre echando en fata algo, esto, no todos pueden decirlo, y me desconcierta".
y es que me había dado vueltas la importancia de bancártela... y claro, también los "perros clandestinos" que nombras, junto a los perros vagos... pero eso ya en un tono distinto.